Tras escribir el post de ayer, pensé que tenía que haber puesto algo relacionado con este tema, así que aquí estoy, enlazando.
A priori se diría que no tienen relación, pero, si nos ponemos las "gafas de género", no se nos escapa que "fumar" siempre ha sido una conducta asociada a la virilidad. "Ser hombre" era algo que se conseguía, entre otras muchas cosas, cuando se fumaba el primer pitillo. Los hombres - hombres que nos mostraba el cine siempre estaban fumando... Fumar era y es parte del "modelo masculino".
Cuando las mujeres quisimos incorporarnos a los modelos de prestigio nos encontramos con que, en realidad, sólo existía uno: el masculino. Así que la mujer "arquetipo" triunfadora, o la que deseaba serlo, comenzó a fumar en imitación a lo único que conocíamos.
Así que sí tiene que ver con el género: a los hombres les "enseñaron" que para serlo había que fumar, para triunfar en la vida... Y nosotras imitamos el único modelo de prestigio que conocíamos porque siempre escuchamos que lo femenino no tiene valor, así que, para triunfar y "ser alguien" comenzamos a fumar.
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