- En la parte inferior de la flecha, deben aglutinarse aquellos procesos o elementos que supongan las actividades primarias; aquellas que suponen el "core business" o que resulten de vital importancia en la empresa. Para detectarlo nos preguntamos: ¿Qué proceso interno, de producción, logística, distribución...me diferencian de mi competencia?¿Qué es lo que nunca podría externalizar o subcontratar ya que identifica la personalidad de mi organización?
- En la parte superior se encuentran aquellas actividades complementarias que, sin resultar primarias, ayudan a la consecución de éstas (área RRHH, contabilidad...)
A través de la identificación de los procesos primarios se puede detectar qué áreas nos diferencian de la competencia y, por tanto, dónde reside el valor añadido que le ofrezco a las personas.
Cuando queremos identificar qué elementos son innovadores en nuestra empresa y cuáles son las tareas que apoyan o desarrollan esos elementos, muchas veces estamos innovando desde el desconocimiento; en otras ocasiones creemos que estamos innovando en el mercado, pero nuestra cadena de valor de la innovación cojea en alguna de sus patas, existiendo puntos que podemos mejorar y perfeccionar.
Por esta razón, la cadena de valor de la innovación identifica un total de 5 elementos primarios que toda organización debe tener para poder resultar innovadora y 4 elementos secundarios necesarios que sirven para canalizar el valor añadido generado y transformado en valor percibido por quienes depositan su confianza en nuestra empresa.
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