Los números en ocasiones cantan, otras veces matan. Estamos hartas de escuchar frases como "antes muerta que de otro". El que mata desea tener un control tan estricto sobre "su mujer" que la mejor manera de tenerla controlada es matándola.
Las personas con experiencia en este campo coinciden en destacar que no existe un perfil que defina a los maltratadores; aunque, a mayor nivel económico, menos denuncias.
El delegado del gobierno para la Violencia de Género, Miguel Lorente, compara la actitud de los maltratadores con el cultivo de bonsáis: "El bonsái no es un árbol que no crezca, es un árbol al que se le impide crecer, al que se le van podando ramas, cortando raíces, manipulando su crecimiento natural, a capricho absoluto de quien lo cultiva. Al mismo tiempo se le va regando y cuidando con esmero para mantenerlo, porque el verdadero placer es que crezca bajo sus manos y su imaginación. Así obtiene "su obra". Es decir, la misma persona que va "destrozando" la planta es la misma que le permite vivir".
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