Las organizaciones están cada vez más interesadas en conseguir productos o servicios creativos, para ello es imprescindible contar con las personas que los generen. Desarrollar las características que se consideran favorecedoras de la creatividad, aprender las técnicas adecuadas, actuar ante las barreras y fomentar los ambientes y condiciones apropiadas para la creatividad son necesidades estratégicas en los tiempos que corren.
La estrategia es un modelo de cambio mediante la ideación del conjunto de pasos, acciones y vías que, en un sistema, posibilitan el tránsito del estado actual al futuro requerido y deseado.
Tres elementos básicos a considerar para la formulación estratégica del desarrollo de la creatividad son:
- Precisar el estado de partida de la persona: barreras, condiciones facilitadoras, cualidades, dominio técnico que se posee, grado de creatividad...
- Imaginarse los cambios deseados o esperados para un desarrollo superior de la creatividad.
- Plantearse diferentes estrategias relacionadas con los dos aspectos anteriores.
Es necesario, por lo general, plantear varias estrategias debido a los desiguales obstáculos que se presentan a la creatividad y a la validez que los mismos tienen para cada persona.
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