La Violencia de género es un problema creciente en nuestra sociedad, es la más dramática de las consecuencias que la desigualdad nos deja. Una herencia cultural cuya tradición debiéramos erradicar.
Pero esto, que resulta tan fácil de decir, no es nada fácil de conseguir porque los mecanismos que la mantienen están intrínsecamente ligados, no sólo a nuestra cultura, sino a aquellas conductas que consideramos como "naturales" para mujeres y hombres por el hecho de serlo.
Por estas y por otras muchas razones existen serias dificultades por parte de muchas mujeres para identificar que están sufriendo violencia de género. Si las propias víctimas tienen dificultades, también muchas personas de los colectivos implicados en su atención se enfrentan a problemas a la hora de reconocer los indicadores de este tipo de violencia.
Se pueden realizar muchos protocolos, de hecho están en vigencia, pero hay que pasar a la acción como sociedad, reconocer nuestra responsabilidad ética para con las víctimas y comenzar a una labor preventiva que no puede entenderse sin otro inicio que no sea desde la formación en género para que los y las diferentes profesionales adquieran las herramientas que les ayuden a identificar los indicadores y las estrategias en la prevención de la violencia contra las mujeres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario