Según un informe de Randstad (diciembre 2009) las mujeres presentan un nivel de absentismo inferior a los hombres, que únicamente los iguala cuando se asocia su etapa profesional con el periodo de la maternidad.
En España se pierden anualmente más de 60 horas laborales por persona trabajadora. Esto supone un gasto importante para las empresas, la Seguridad Social y las mutuas, así como un descenso en la productividad de las compañías españolas. De hecho, el coste podría superar los 2.000 millones de euros anuales, según estimaciones de Randstad.
El absentismo es, en términos generales, la ausencia de la persona trabajadora de su puesto de trabajo en horas laborales. Esta ausencia puede deberse a diferentes variables entre las que se encuentran las enfermedades comunes con baja por incapacidad temporal; accidentes de trabajo con baja laboral; permisos legales retribuidos (matrimonios, mudanzas, nacimientos...); faltas al trabajo por causas injustificadas y permisos no retribuidos para asuntos personales.
Tras muchas de las circunstancias se encuentran otros factores que pueden ser determinantes en el absentismo laboral: son los aspectos motivacionales. Se producen cuando las personas muestran desmotivación o desinterés hacia su puesto de trabajo, lo que propicia que estas se ausenten del empleo o disminuyan su rendimiento.
En 2009 se produjo una significativa reducción del absentismo laboral. Por una parte han descendido los casos de incapacidad temporal (26,96 por cada mil habitantes en 2009) y el absentismo no justificado se ha reducido hasta en un 90% en el último año. Los aspectos motivacionales han reducido drásticamente el absentismo no justificado en los últimos meses por el temor a perder el puesto de trabajo.
La percepción de que la mujer presenta mayor grado de absentismo no justificado que el hombre no deja de ser un tópico, pero el hecho es que las mujeres presentan un nivel de absentismo inferior que los hombres y sólo superior a éstos cuando se asocia su etapa profesional con el periodo de maternidad, momento en el que se da por cierta una ecuación del tipo:
MUJER + MATERNIDAD = TAREAS DE CUIDADO NO COMPARTIDAS = CARGAS FAMILIARES
Son necesarias medidas de conciliación, pero no suficientes. Es preciso dar un paso más y apostar por una sociedad corresponsable, en la que haya una distribución del tiempo más equitativa, pero eso da para otro post...
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