Una gestión adecuada del clima laboral añade éxitos a la gestión, como bajar el nivel de conflictividad interna.
La satisfacción y retención de las personas es una de las principales preocupaciones en las organizaciones. Un ambiente laboral cordial, con una cultura que promueva el sentimiento de pertenencia y el compromiso con la tarea es una fuerte ventaja competitiva.
Un componente del activo intangible es el clima organizacional, fruto de la relación de la empresa con las personas que trabajan en ella en el día a día, las gestión de las normas internas, la comunicación interna, la capacitación según necesidades, la retribución por desempeño, los beneficios y todas las acciones o procesos que afecten el ambiente de trabajo, entre otras.
Litwin y Stinger plantean creen que existen nueve dimensiones que conforman el clima organizacional:
- Estructura: tiene que ver con que la estructura organizacional determina las relaciones dentro de la empresa.
- Responsabilidad: de la empresa hacia las personas trabajadoras y viceversa.
- Recompensa: retribuciones y recompensas.
- Desafío: que propone el puesto de trabajo.
- Relaciones.
- Cooperación.
- Estándares: a los que se quiere llegar (de formación, etc.).
- Conflictos: qué tipo de conflictos se generan y cómo se gestionan.
- Identidad: cómo se construye y cómo es percibida por quienes trabajan en ella.
Cada uno de estos aspectos es internalizado y percibido por cada persona en forma diferente a lo que espera la empresa.
Artículos relacionados:
No hay comentarios:
Publicar un comentario