"Las personas llevan el universo en su interior: son lo que encuentran en sí mismas y encuentran en otras, únicamente, lo que esperan encontrar"
Proverbio Sufí

jueves, 20 de enero de 2011

Inteligencia emocional y competencias

Con "inteligencia emocional" nos referimos a la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los ajenos, de motivarnos y de manejar bien las emociones en cada quien y las relaciones que mantenemos. Describe aptitudes diferentes a la inteligencia académica, que se refiere a las habilidades puramente cognitivas, medidas con el CI.

Muchas personas de gran preparación intelectual, pero faltas de inteligencia emocional, terminan trabajando a las órdenes de personas que tienen un CI menor, pero mayor inteligencia emocional.

Estos dos tipos de inteligencia que expresan la actividad de diferentes partes del cerebro. El intelecto se basa únicamente en el funcionamiento de la neocorteza, las capas de la parte superior, evolucionadas en tiempos más recientes. Los centros emocionales están debajo, en la subcorteza, más antigua. La inteligencia emocional involucra estos centros emocionales, trabajando en colaboración con los intelectuales.

Howard Gardner, psicólogo de Harvard, en 1983, propuso un modelo de inteligencia múltiple. En su lista de siete tipos de inteligencia se incluyen, no sólo las familiares aptitudes para lo verbal y las matemáticas, sino también dos variedades "personales": conocer el propio mundo interior y la habilidad social.

En 1990, Peter Salovey y John Mayer propusieron una amplia teoría de la inteligencia emocional, la definían en función de la capacidad de monitorear y regular los sentimientos para guiar el pensamiento y la acción.

Se puede adaptar el modelo en una versión más útil para entender qué importancia tienen estas competencias en la vida laboral:

  • Conocerse: Saber qué se siente en cada momento y utilizar esas preferencias para orientar nuestra toma de decisiones; tener una idea realista de nuestras habilidades y una, bien basada, confianza en uno/a mismo/a. 
  • Autorregulación: Manejar las emociones de modo que faciliten la tarea, demorar la gratificación en busca de los objetivos, recobrarse bien de las tensiones emocionales. 
  • Motivación: Utilizar nuestras preferencias para orientarnos y avanzar hacia los objetivos, para tomar iniciativas y tener efectividad y para plantar cara a los contratiempos y las frustraciones. 
  • Empatía: Percibir lo que sienten los demás, ser capaces de ver las cosas desde su perspectiva y cultivar la afinidad con una amplia diversidad de personas. 
  • Habilidades sociales: Manejar bien las emociones e interpretar adecuadamente las situaciones en las redes sociales; interactuar sin dificultad; utilizar estas habilidades para persuadir y dirigir, negociar y resolver disputas, para la cooperación y el trabajo en equipo.

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