"Las personas llevan el universo en su interior: son lo que encuentran en sí mismas y encuentran en otras, únicamente, lo que esperan encontrar"
Proverbio Sufí

domingo, 23 de enero de 2011

AHMOSE NEFERTARI (hacia 1540 A. C.)



Ahmose Nefertari fue reina de Egipto a comienzos de la XVIII Dinastía, hacia el año 1540 a. de C. Considerada la matriarca de la Dinastía XVIII, ser descendiente suya era un inmenso honor y un requisito imprescindible de todo candidato al trono era casarse con una mujer de su linaje.

Era una de las hijas nacida del matrimonio formado por el rey tebano Seqenenra y su hermana, la dama Ahhotep. Debido a que el país estaba atravesando una guerra civil, en la que las tropas tebanas se enfrentaban a los hicsos del Norte, que habían conquistado el país cien años atrás, desde un pimer momento Amosis Nefertari fue prometida en matrimonio con su hermano Amosis.

Al morir Seqenenra a causa de la guerra, y su sucesor (hermano o hijo) Kamose también, el siguiente rey fue el niño Amosis I, y la pareja real, menor de diez años de edad, tuvo que ser asesorada por la reina madre Ahhotep, convertida en regente. Cuando por fin Ahmose alcanzó la madurez y pudo continuar la guerra con óptimos resultados, Egipto entró en la fase más próspera y atractiva de su historia, el Imperio Nuevo (época de grandes faraones como los Tutmosis, los Ramsés y los Amenhotep).

Ahmose-Nefertari no se separó de su marido y la influencia que ejerció sobre él tuvo que ser inmensa, pues disfrutó de grandes honores y prerrogativas políticas nunca antes vistas en una Gran Esposa Real. Ostentó el cargo de segunda profetisa de Amón, pero el que parece ser que más le gustó llevar fue el de "Esposa del dios", poderoso título que acabó por traspasarse de madre a hija en toda la dinastía como sello de la pureza de la sangre real.

A la muerte de Amosis, la reina vio cómo su hijo mayor se convirtió en el rey Amenhotep I, y siguió con su actividad como si siguiera siendo la gran esposa real. Quizás esto se debiera a las innegables dotes de lideresa de la matriarca, sumadas al cariño que sin duda inspiró a su hijo. Por otro lado, se sabe bien poco de la gran esposa real de Amenhotep I.

La muerte de la reina Ahmose-Nefertari se produjo a una avanzada edad, probablemente en los últimos años del reinado de su hijo. Se ignora dónde fue enterrada, aunque es posible que la inhumaran con su hijo. Ambos fueron posteriormente deificados por los constructores de tumbas de Deir el-Medina, considerándolos los fundadores de la orden.

El rango de la "Esposa del dios" pasaría de generación en generación entre las grandes mujeres de la familia real como muestra de la descendencia de la primera de ellas, tenida como la madre de todos, Ahmose-Nefertari.


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