Hasta este momento el liderazgo se ha venido ejerciendo desde la autoridad y en clave masculina que ha resultado efectivo y, más o menos adecuado, a la época historica.
Pero nos encontramos en un tiempo de cambios, no sólo por la crisis, sino por otros factores importantes como es conocer y reconocer en la equidad un valor ético y necesario de nuestra sociedad.
A partir de ahora los modelos anteriores no son válidos: hasta ahora la sociedad trabajaba para la economía y en estos momentos entramos en un proceso en el que debemos aprender a que la economía trabaje para la sociedad.
El liderazgo del futuro, basado en los valores, se asentará en la Inteligencia Emocional a un 85%; inteligencia que todas las personas poseemos y que la construcción de género androcéntrica ha propiciado que las mujeres desarrollemos de manera importante. Las mujeres demostramos mayor habilidad que los hombres en ciertas competencias interpersonales, ya que somos educadas para permanecer más en contacto con los sentimientos y sus matices.
¿Significa esto que los hombres no pueden ejercer este tipo de liderazgo? En absoluto. En realidad, si revisamos los datos de que disponemos acerca de las diferencias entre mujeres y hombres parece confirmarse el hecho de que los hombres disponen de la misma capacidad potencial para la empatía, por ejemplo.
La primera pregunta que cualquier persona debe hacerse es: ¿QUIÉN SOY YO?, ya que únicamente desde nuestro conocimiento más profundo podremos iniciar el camino que nos conduzca al liderazgo verdadero.
Para la empresa liderar desde los valores es una estrategia que ofrece resultados económicos porque no hay nada más peligroso que no tener en cuenta al "cliente interno", a las personas que participan en el proyecto que constituye la empresa y, para ser capaces de motivar, es preciso contar con personas en la Dirección y Mandos Intermedios satisfechas y motivadas, capaces de crear un clima laboral positivo.
¿Cómo se consigue? Una herramienta al alcance de todas las empresas e infravalorada por ellas es el Plan de Igualdad. Porque la formación en igualdad que implica debiera servir para "CONOCERNOS y SABER QUIENES SOMOS" y, desde ahí, iniciar el itinerario descrito.
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