"Las personas llevan el universo en su interior: son lo que encuentran en sí mismas y encuentran en otras, únicamente, lo que esperan encontrar"
Proverbio Sufí

sábado, 17 de diciembre de 2011

HIPATIA DE ALEJANDRIA (¿? - 415 d. C)



La leyenda de Hipatia de Alejandría nos muestra a una joven, virgen y bella, matemática y filósofa, cuya muerte violenta marca un punto de inflexión entre la cultura del razonamiento griego y el oscurantismo del mundo medieval.

Nació en Egipto, en la ciudad de Alejandría, se desconoce su año de nacimiento, pero murió en 415. En ese tiempo, Alejandría era uno de los principales centros culturales del mundo grecorromano.
El padre de Hipatia, Teón, fue también un ilustre matemático y astrónomo cuya vida está asociada al Museo, del que puede haber sido el último director. Teón supervisó la educación de su hija y, con un espíritu especialmente abierto para su época, permitió que desarrollara sus dotes excepcionales y se convirtiera en una astrónoma, filósofa y matemática. Quiso que fuese un ser humano perfecto por lo que vigiló la educación de su mente y de su cuerpo. Se dice que fue superior a su padre, especialmente en la observación de los astros.

Enseñó Matemáticas, Astronomía y Filosofía, según el Suda, es autora de tres trabajos: un comentario a la Aritmética de Diofanto de Alejandría, el Canón Astronómico y un comentario a las Secciones Cónicas de Apolonio de Perga.

Hipatia mantuvo la tesis del heliocentrismo contra el geocentrismo.

Los comentarios al libro III del Almagesto se consideran de gran importancia pues es fácil que Copérnico tuviera conocimiento de ellos y este conocimiento pudiera haber influido en la “Revolución Copernicana”, pues el único ejemplar del libro III se conservaba en Florencia en la biblioteca de los Médicis, y Copérnico estuvo en Florencia estudiando textos astronómicos griegos, especialmente la obra de Tolomeo.

La importancia de estos comentarios radica en que, cuando Teón comentó el Almagesto, Hipatia observó que la obra de Tolomeo daba lugar a numerosas conclusiones matemáticas, de las que su padre no se había dado cuenta. Hipatia calculó los valores matemáticos de los acontecimientos celestes descritos por Tolomeo. Las Tablas o Canón Astronómico serían el resultado de ello. El Canón Astronómico, tablas que elaboró Hipatia para el estudio de los movimientos de los astros, puede que formase parte de esa obra, pero también puede haber constituido una obra original independiente.

Gracias a su correspondencia con Sinesio de Cirene tenemos noticias de otras de sus contribuciones científicas, por ejemplo la invención de un buen número de aparatos. En la Carta 160 dirigida por Sinesio a Peonio, un militar que gustaba de la ciencia, dice que le envía como regalo un astrolabio de plata (empleado para medir la posición de las estrellas, los planetas y el sol). En la Carta 15, Sinesio le pide a Hipatia un hidroscopio. La verdadera naturaleza de ese hidroscopio nos es desconocida, pero en dicha carta Sinesio lo describe con todo detalle, y justifica su petición por su mala salud, luego pretendía utilizarlo para pesar o medir la fluidez de los líquidos, lo que tendría aplicaciones médicas. Otros instrumentos atribuidos por algunos autores a Hipatia son un planisferio y un aparato para destilar agua.

Fue recordada como una gran maestra y admirada por la magnitud de sus conocimientos. Era considerada como “el mejor matemático vivo” del mundo greco-romano. En la época de la Ilustración, Toland y Voltaire, utilizaron su figura como expresión de la irracionalidad del fanatismo religioso, y en el Romanticismo la recrearon como la encarnación del espíritu de Platón y el cuerpo de Afrodita. Pero toda esta notoriedad ha hecho que se pierdan de vista sus logros intelectuales y su auténtica biografía.


En el año 415 fue acusada de conspirar contra Cirilo, patriarca cristiano de Alejandría, quien mandó incendiar el Museo, con lo cual se perdieron conocimientos, instrumentales y libros. Su piel fue cortada con caracoles hasta su muerte.


En Historia Eclesiástica, de Sócrates Escolástico, escrita 120 años después de la muerte de Hipatia, puede leerse:

 “Había una mujer en Alejandría llamada Hipatia, hija del filósofo Teón que tuvo tales logros en literatura y en ciencia como para sobrepasar a todos los filósofos de su tiempo. Siguiendo la escuela de Platón y de Plotino, explicaba los principios de la filosofía a sus oyentes, algunos de los cuales venían de muy lejos para oír sus lecciones. Debido a su autocontrol y distinción que había adquirido en el cultivo de su mente, ella aparecía en público en presencia de magistrados”.


"Defiende tu derecho a pensar,
porque incluso pensar de manera errónea,
es mejor que no pensar".

Hipatia



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