La globalización empresarial tiene una larga trayectoria, más de tres décadas en las que la expansión internacional de las empresas ha supuesto para muchas personas el traslado a otro país.
En este momento se está produciendo un fenómeno que afecta de manera directa a las mujeres. La mayoría de estos ejecutivos son hombres, entre 30 y 49 años, padres de familia y una parte importante de su éxito profesional depende fuertemente de la adaptación de la esposa, según la consultora Keogh & Associates.
La asignación internacional es una modalidad importante en la planificación de la estrategia de RR.HH y hay empresas que asignan un "bono" para uso de la esposa: pago único para que lo gaste a su discreción.
Pero, ¿en qué situación se encuentran realmente estas mujeres?
Cuando en esta situación, tras años de matrimonio, generalmente cuando los hijos y las hijas están ya estudiando fuera, ellos les piden el divorcio a ellas... empieza el caos para las mujeres: no tienen información para negociar el divorcio, su formación se ha quedado obsoleta para acceder al mercado laboral y carecen de patrimonio para actualizar sus conocimientos y litigar por lo que creen que les corresponde.
En esta situación, la mayoría de las ocasiones, las mujeres se ven obligadas a firmar acuerdos que no desean porque no pueden afrontar los gastos y la lenta espera de los tribunales para obtener un reparto equitativo.
Esto tiene un nombre: VIOLENCIA ECONÓMICA
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