"Las personas llevan el universo en su interior: son lo que encuentran en sí mismas y encuentran en otras, únicamente, lo que esperan encontrar"
Proverbio Sufí

domingo, 29 de mayo de 2011

OLIMPIA DE ÉPIRO (GRECIA 373- 316 A.C.)



Su nombre de soltera era Políxena, en honor de la joven llamada así, hija de Príamo y sacrificada en la tumba de Aquiles.

Muerto su padre, Neoptolemo, rey de Molosia, en la región de Épiro y huérfana también de madre desde muy pequeña, vivió bajo la tutela de su tío Arribas, que pasó a ser el rey de Molosia y quien arregló su matrimonio con Filipo II de Macedonia, para enlazar la amistad y tener buenas relaciones con este país. Olimpia tenía 19 años cuando se casó, fue la esposa principal del rey, quien la hizo madre de Alejandro Magno y de Cleopatra de Macedonia. Al casarse cambió su nombre por el de Myrtale.

Se dice que era una mujer violenta, neurótica y supersticiosa que incluso se jactaba al decir que su hijo era un semidios pues, según ella, el mismo dios Zeus la había preñado, pero esta anécdota solo puede ser interpretada como un intento de realzar la procedencia, casi divina, de su primogénito, Alejandro el Grande. Es destacable su afición por las serpientes con quienes compartía su alcoba.

Bajo su mandato fueron asesinados varios personajes de su época , hecho que se destaca en su caso, quizá por ser mujer, pero que era una práctica común de la época para acabar con los enemigos. Olimpia hizo lo que otros reyes de su momento, es decir llevar una política de eliminación de posibles rivales.

Ella misma acabó siendo asesinada, es más, se cuenta que murió valientemente, alzando la mirada y llamando a su hijo, y que su asesino (Casandro) fue censurado por este hecho durante mucho tiempo.

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