"Las personas llevan el universo en su interior: son lo que encuentran en sí mismas y encuentran en otras, únicamente, lo que esperan encontrar"
Proverbio Sufí

domingo, 3 de abril de 2011

THEANO DE CROTONA (546 a. de C.)


Theano es la primera mujer de la que se tienen indicios históricos que hizo aportaciones a las Matemáticas y una de las primeras filósofas. Hay que remontarse al año 546 a.C. (s. VI a.C), a la antigua Grecia, en Crotona, donde nació. Fue hija de Brontinus, del que sabemos que pertenecía al grupo religioso de los órficos (que proponían una innovadora interpretación del ser humano, como compuesto de un cuerpo y un alma, un alma indestructible que sobrevive y recibe premios o castigos más allá de la muerte), este grupo suponía un enfrentamiento a las tradiciones religiosas vigentes en ese momento en Grecia.

Al igual que los órficos, los pitagóricos le debían muchas de sus creencias a la mitología egipcia, por lo que no parece extraño que Theano se convirtiese en una discípula de Pitágoras (572 - 497 a.C.), con quién se casó y tuvieron dos hijos y una hija, Arignote (o Damo). En la escuela de Crotona dirigida por Pitágoras pudieron existir hasta 28 mujeres, entre alumnas y maestras, que formaron parte de la comunidad pitagórica más antigua, entre las que podemos citar a Theano, Aristoclea, Themistoclea, Myia y Damo, entre otras.

Después de que la academia de Pitágoras consiguiera controlar el gobierno local de Crotona, el pueblo entró en cólera y destruyó la escuela, lo que hizo que los profesores y estudiantes fuesen asesinados (como es el caso del propio Pitágoras) o se viesen obligados a huir. A la muerte de Pitágoras, Theano se hizo cargo de la Escuela, conservando el cuerpo principal de las doctrinas de su Maestro y esposo.

Theano se exilió llevando consigo gran parte de los escritos de su marido gracias a la inestimable ayuda de su hija Damo. Cogió las riendas de la comunidad pitagórica y se dedicó a expandir sus conocimientos en Grecia y Egipto. Ella y sus hijas destacaron como médicas (hay que recordar que para los pitagóricos el cuerpo humano era una copia en miniatura del universo). Una anécdota a este respecto nos dice que en un debate con el médico Euryphon sobre la naturaleza del desarrollo del feto, Theano y sus hijas lo convencieron con su argumento de que el feto era viable después del séptimo mes.

Theano se convirtió a su vez en Maestra de la Escuela, y se le atribuyen incluso varios textos, de los que solo nos quedan referencias indirectas: una "Vida de Pitágoras", una "Cosmología", "Teorema de la razón áurea", "Teoría de los números" y "Construcción del Universo", además de varias cartas y una obra de orden moral, titulada "Sobre la Piedad", en la que expone la responsabilidad del hombre y de la mujer como mantenedores de la Ley, la Justicia y la Armonía.

Gracias a esta mujer las ideas del filósofo samio pudieron sobrevivir a la destrucción y al exilio, a las persecuciones y matanzas que hubo, inspirando a Platón y a los neoplatónicos, llegando su legado hasta la República Romana, de la mano de Catón el Mayor, según cuentan Plutarco y Cicerón. Debido a que todos los trabajos eran escritos bajo el nombre de Pitágoras, resulta difícil determinar quién es realmente el autor. Los trabajos escritos por los pitagóricos no se conservan en papel y los conocemos gracias a los escritos de otros autores como Platón y Herodoto, entre otros. Si bien fue Pitágoras de Samos quien encendió la antorcha, hay que reconocer también que fue una mujer de Crotona, una filósofa, una matemática, una maestra, quien supo mantenerla encendida, y transmitirla a las generaciones posteriores, a toda la Humanidad.
 

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