Agnódice fue una médica griega, natural de Atenas. Vivió durante el siglo IV a. C. Nacida en la alta sociedad ateniense, como la medicina estaba prohibida a las mujeres se disfrazó de hombre para seguir los cursos de medicina del célébre médico Herófilo.
Durante muchos años prevaleció en la antigua Atenas una ley que prohibía a toda mujer el ejercicio de la medicina, incluida la asistencia en los partos. Esta situación provocaba grandes inconvenientes a las futuras madres ya que no querían ser ayudadas por los hombres lo que en muchas ocasiones provocaba el fallecimiento del bebé e incluso de la propia madre.
Agnódice fue una apasionada de la ciencia que superó las barreras de su tiempo al disfrazarse de hombre para poder ayudar a todas las mujeres. Estimulada por su padre, se corta el cabello y se viste de hombre para poder asistir clases, especialmente a las del célebre médico Herófilo, en Alejandría, para poder estudiar medicina y especializarse en la de momento incipiente obstetricia y ginecología, superando brillantemente el examen de ingreso. En el año 350 antes de nuestra era, el 3 de junio, obtiene los mejores resultados en el examen de medicina y se hace ginecóloga, sin revelar aún su verdadera identidad. Su habilidad y eficacia pronto le dieron fama entre las mujeres de la ciudad lo que causó el recelo y la envidia de otros médicos que llegaron a acusarle “como hombre” que corrompía y seducía a las mujeres atenienses.
En realidad, Agnódice confesó su secreto a sus pacientes lo que había generado confianza y había supuesto que todas las mujeres acudieran a su consulta. Los médicos se confabularon en contra de Agnódice y la denunciaron. Al comparecer ante la autoridad de la época, Agnódice reveló a los jueces que era una mujer, lo que derivó en una acusación más: la de ejercer la medicina cuando la ley lo prohibía. Por todo ello se le condenó a pena de muerte.
Pero varias mujeres de la ciudad amenazaron con morir a su lado en caso de que se cumpliera la ejecución. Esta resistencia organizada pacífica tuvo su éxito, Agnódice fue liberada y se le permitió ejercer la medicina. Y aún más, al año siguiente una nueva ley permitió que cualquier mujer pudiera estudiar medicina.
Una mujer entusiasta, tenaz y adelantada a su tiempo, que luchó con valor y entrega para cambiar las cosas en su mundo.
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