Acabamos de estrenar el año y, seguro, hemos depositado en él innumerables espectativas. Que se cumplan o no depende de nuestra predisposición, voluntad y acierto al formularlas.
Acierto en su formulación: diseña metas que coincidan con tu nivel de disponibilidad o preparación; si no te has convencido y no has considerado bien las opciones el sueño perderá impulso.
Predisposición: visualiza cómo será tu realidad con el cambio, ¿cómo te sientes?. Manten la ilusión y el optimismo como aliados.
Voluntad: los cambios generan miedos, dudas, temores...pero como dijo Séneca, "No es que no nos atrevemos porque las cosas son difíciles. Simplemente las hacemos difíciles cuando no nos atrevemos."
Hacer del 2010 el año que deseas personal y profesionalmente depende de tí, cada día.
¡Que disfrutes!
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