Las estrategias permiten definir, si es necesario, el aprendizaje de nuevas técnicas de igual o de distinta clase, si se requiere dominar las ya conocidas o no abusar de algunas de ellas.
A veces las técnicas pierden efectividad o crédito por un uso inapropiado, es decir, por esperar de ellas más de lo que pueden dar o por no usar otras mejores para el logro de determinado objetivo.
Por ejemplo, la utilización de técnicas apropiadas para la generación colectiva de ideas se ha visto afectada, en ocasiones, o empobrecida, por partir el grupo de un problema que sí desea solucionar, pero cuya formulación no invita a la producción de ideas novedosas. Si estos equipos hubieran conocido algunas técnicas de redefinición (métodos analógicos, metafóricos, pensamiento anhelante, abstracciones sucesivas...) es probable que el resultado hubiera sido muy diferente.
El trabajo con estas personas puede que requiera de estrategias de capacitación que centren la inversión a realizar en la ampliación del repertorio técnico.
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